En el mismo momento que una persona me da un pellizco en el corazón, y me apetece darle un abrazo, hacer una broma e inclusive estar cerca sin pronunciar una sola palabra, siento que se trata de un ser especial.
Esta señal que me deja una huella en el alma no sucede porque yo posea una sensibilidad que excede los límites de la naturaleza, sino porque esa persona es quien me está abriendo de par en par las puertas de su vida #TumbandoBarreras
Desde que he descubierto esta señal en mi interior, no dejo que se me pase por alto la oportunidad que se me brinda para conocer a un ser fascinante.
Quién me asegura que no se trata de la persona con la que compartiré desde este preciso momento los hechos más importantes de mi existencia, y viceversa.
El hecho de sentirnos cerca, el uno del otro ya es un signo evidente de un acto trascendental que en ese momento no voy a dejar de lado, y mañana… y mañana, Dios dirá.

Leave A Comment