Hoy quiero escribirte estas letras que no son más que una declaración de amor, e incluso de paz, además de fe para tu alma. ¡Te quiero, y te querré siempre!
Sé que has sufrido, e inclusive que durante la mayor parte del tiempo actual estás padeciendo en silencio por el dolor tan grande que te crea en el corazón la incertidumbre de tu propia vida; de igual modo que la de tu familia, y la de las personas que amas.
Sé incluso, que el hecho que más te causa ansiedad, son tus hijos. No tengas miedo por ti, cada día regalas al mundo una lección de amor, y de brío, pues eres, y has sido siempre un ser muy, muy valeroso a quien admiro profundamente. En este preciso momento no puedes dedicar tu energía vital en rendirte, y tampoco en pensar en hechos negativos. Ahora tienes que mantenerte firme. Tienes que evocar cuantos hechos extraordinarios has elaborado en tu vida: lo infinitamente generoso que eres, de las acciones tan desinteresadas que haces, y de la incalculable protección que proporcionas en todos los ámbitos de la vida a tu círculo familiar, y social. En este instante no dejes que se apague el brillo de la luz con la cual guías tu existencia, y haz que seamos el relevo de tu testigo en este mundo en donde habitamos. Cuando estimes que sea el momento propicio para ausentarte, no lo dudes, viaja sin ningún tipo de tormento en tu espíritu, y menos aún, en tu alma. No te aflijas innecesariamente, ambos tenemos la certeza que en aquel lugar a donde vayas permanecerás eternamente ofreciéndonos todo tu amparo y amor. Además, serás tú quien nos ilumine el camino con el precioso resplandor que emana de tu alma.
Cuando lo creas oportuno comienza a andar ese otro camino, el cual está exclusivamente reservado para seres tan extraordinarios como tú lo eres, ya que, cuantos aquí permaneceremos, seremos tu relevo con el cual seguir proporcionando paz, y amor al mundo. En un tiempo, volveremos a estar todos de nuevo reunidos, y de la misma manera que ahora nos despedimos con un fortísimo beso, además de un enorme abrazo, no cabe en mi alma ni la más mínima duda en cuanto a que nos volveremos a encontrar algún día.
¡Te quiero, y te querré siempre!
Tienes razón amiga!! Y efectivamente sufro y padezco, pero que bien que estás ahí para transcribirlo en palabras. Como me impresiona leerlo y ver que lo entiendes. Un abrazo de los mios
Princesa bella, tu escribes con unos maravillosos sentimientos, le pones el alma, y el corazón , y esa mente privilegiada que dios te a dado enhorabuena corazón ….
¡Hola amigo Acaimo! Yo también sufro cuando pienso que este acontecimiento llega, sin embargo, también la fe y la esperanza me hace sentirme del mismo modo tranquila. A veces es una contradicción pero así somos el ser humano: contradictorio.
Me alegra mucho verte por aquí, y te espero más veces que pongo falta, je, je.
Un fuerte, fuerte abrazo.
Hola Luz. Gracias por entrar, y por cada una de tus palabras cariñosas. A veces el alma también se resiente como cuando necesita expresar cuestiones como estas, pues, no hallo otra manera de decirlo sin cierto pudor.
Un abrazo. Espero volver a verte. Como digo… Pongo faltas jejeje
A veces llegan palabras q describen los momentos q vivimos y nos cuesta expresar, es mejor q otros q han tocado la cima, describan el paisaje q se ve desde lo alto del abismo, de la propia vida y del esfuerzo por salvar almas para evitarles el sufrimiento q no se merecen q pasen.Solo el mas alto y poderoso , puede ver más allá de nuestra mirada y de nuestra mente , y ese es Dios.
Hola Asunta. Gracias amiga.
A veces y solo a veces, somos capaces de expresar un estado de ánimo como este, pues, el dolor que nos produce impide que lo manifestemos abiertamente. Sin embargo, cuando tenemos la fortaleza para hacerlo, la pena se transforma en esperanza que como tú bien dices Dios nos la ofrece.
Un fuerte abrazo.
Gracias a ti, un abrazote.
Nos seguimos leyendo por aquí también. Hasta muy pronto amiga. Un abrazo grande Asunta.
Historias muy bonitas
Gracias Ade. Tenemos la fortaleza más generosa que jamás pudimos creer. Un abrazo grande, y pasa por aquí cuando quieras, me alegra leerte.
Preciosooooo
Gracias Ade. Cuando un ser querido está a punto de partir, y a pesar de que el alma se nos haga pedazos, debemos dejarlo partir, y es un momento duro. A pesar de todo, el amor nunca va a desaparecer.