Permito que mis emociones se expresen por completo desde la libertad, y además busco a las personas que me hacen sentir plena de vida.
Uno de mis propósitos vitales es no dar lugar a que ninguna situación y ninguna persona hagan pedazos la tranquilidad, y la armonía de mi alma.Un día me desperté descubriendo lo interesante que resulta vivir soñando, y desde aquella mañana compruebo que en el momento que sueño, hallo el camino de la libertad de mi espíritu.
Espero paciente a cuantas situaciones han de llegar a mi vida. Al mismo tiempo, permito que mis emociones equivocadas o no, pero desde la libertad de no sentirse atadas a lo socialmente establecido me guien hacia los innumerables propósitos que puedo llegar a alcanzar.
Actuó y no me detengo a realizar hipótesis. Siento lo que mi alma manifiesta, y no juzgo a los demás por las suyas. Vivo y dejo vivir. Me abandono al estado más profundo de mi inconsciencia y, espero confiada en que cuando despierte no exista ningún tipo de atadura social. Me permito sentir como mi alma está plena de vida, y me encanta comprobar como la libertad me despierta cada día sin paciencia.
Sueño, y dejo soñar
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