No existe ningún sólo Dios que desee tanta barbarie por las calles de cualquier ciudad del mundo, y tanto mal que lo despedaza. No existe ni una sola razón que avale el incalculable dolor que origina tu maldad. Tú, asesino, no te ampares bajo las palabras de tu Dios, nuestro Dios, y mi Dios por esta inquina irracional que sientes por el mundo. ¿En realidad, qué pretendes con tu acto criminal, asesino? ¿Robar e intentar masacrar el afecto por las personas y por la vida solamente porque necesitas que te reconozcan como un ser grande ante la barbarie que origina tu ego cruel, y tu ser depravado? No vuelvas a cometer una vez más el error, ya que, tu Dios, nuestro Dios, y también mi Dios, lo único que desea plenamente es que hagas el bien, y de este modo tengas la oportunidad de cambiar el destino de tu vida, igual que la del mundo con una sonrisa eterna en el rostro de las personas, y no de sufrimiento como ahora creas. Asimismo te digo: cuida y educa a tu alma para que no caigas de nuevo en la sinrazón.
En este momento mi corazón convulsiona por completo ante la barbarie que has originado, y no comprendo, asesino, de qué manera te aferras sin sentir la más mínima tristeza que produces con tu maldad en las calles del mundo en el que habito.
«Atentados de Barcelona»
— 17 de Agosto 2.017 —
Muchos enmudecemos ante tanto dolor absurdo. Por ello, en días como hoy se hacen aún más necesarias palabras como las tuyas, querida Arancha
Hoy todos lloramos y nos quebramos ante ese dolor inmenso que ha generado esos
Asesinos y GRACIASSSSS como siempre amiga porque nos recuerdas que no es la religión el problema, igual que nos es la furgoneta la asesina, es el que la conduce con toda su barbarie y su mal.
Hoy es uno de esos días donde no podemos dejar de seguir creyendo en el mundo amigo Javi.
Tengo una desazón en el alma desde que esta tarde conocí la noticia Acaimo. La realidad es que los responsables de tanto mal no son las circunstancias, ni lo que la rodea, sino aquel inhumano que ha hecho de su fanatismo, un asesinato masivo de niños, también de hombres y mujeres de diferentes puntos del mundo.
Como siempre expresas con tu elocuencia lo que hoy nos ha sobresaltado y angustiado. Parece una mala pesadilla de la que me gustaría despertar y ver que solo era un sueño…desgraciadamente no es así. No entiendo ni entenderé nunca las agresiones de ningún tipo, cuánto menos este tipo de agresion en nombre de ningún Dios o religión. Sólo nos queda pedir que haya paz para que todos y todas podamos seguir adelante ante tanta sinrazón.
Qué dolor arancha. El mundo se ha vuelto tan loco que a veces me pregunto el sentido que tiene esta dichosa vida cuando unos malnacidos no hacen más que querer meternos miedo… ¡no lo van a lograr, que se enteren de una P…. vez….!!
No podrán con las ganas que tenemos de ser libres Eros…