Va amanecer. No te rindas. Resiste al dolor que aprisiona con fuerza a tu alma. Tu fuerza interior y tu propia ilusión por vivir cada ocasión no van a permitir que te rindas. Ahora no es el tiempo para desfallecer. La vida nace de nuevo. La vida cambia.
Ya salió el sol. Tu alma se libera, aunque sea en el silencio de tu estado anímico. Siembra alegría en tu espíritu, y canta a las penas que ponen rejas a tu existencia.
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