Hace aproximadamente dos años, más o menos, por el mes de julio o agosto del 2015, ya me encontraba metida de lleno dando vida al segundo de mis libros «Sombras de luces». Por aquel entonces, también, ya yo organizaba todo lo que concierne con la presentación del libro, tanto en la fecha anunciada del 11 de diciembre en la ‘Sociedad Centro Icodense’ en Icod de los Vinos, en donde aceptó mi invitación para realizar la presentación el amigo, y profesional de la comunicación, Narciso Ramos de Vera; y, seguidamente el 12 de diciembre en el ‘Aula Cultura de Radio ECCA’ en Santa Cruz de Tenerife quien para esta ocasión mi nuevo «hijo» se pondría las mejores galas de la mano del también amigo y periodista, Miguel Ángel Reyes Lemus.
En la actualidad, y rememorando aquellos días, me emociona leer de nuevo las palabras de presentación que el amigo y periodista, Miguel Ángel Reyes, además de mi mentor en lo que se refiere al orden de ideas, quien me dedicó en aquella tarde tan conmovedora, y en donde la magia de las emociones hizo que viviera instantes únicos con las personas allí presentes que perdurarán para siempre grabados en mi alma.
Tampoco puedo dejar de recordar al amigo Eduardo González Rodríguez, creador de la espectacular portada del libro. Gracias amigo, porque siempre me tiendes tu mano de manera desinteresada y con tanto afecto que no tengo palabras para darte las gracias.
Acto de presentación:
Arancha. 7 letras. A, R, A, N, C, H, A.
Empezaré por la primera A. A de amiga.
Arancha es mi amiga. Por eso, discúlpenme. Pocas cosas malas podré decir de ella. Pocas porque las tiene. No se vayan a creer. Arancha tiene el defecto que a todos nos encantaría tener. Es constantemente optimista sobre todo cuando habla con otra persona que no es ella misma. Arancha nunca te dirá que está triste. Arancha nunca se queja. Jamás le he oído decir que le falta aliento para seguir luchando. Su vida, en parte, es sufrimiento. Pero no me lo ha contado nunca. He tenido que averiguarlo. Arancha es mi amiga. Y tiene el defecto. Mejor, la gran virtud de no hablar en negativo de nada ni de nadie.
Seguimos con la R.
Arancha es rara.
Lo es porque cuesta encontrar a una persona tan agradecida como ella. No la hay. Al menos yo no la conozco. No sé cuántas veces al día es capaz de repetir la palabra Gracias. Gracias. Gracias. Es posiblemente su palabra favorita. Jamás había conocido a alguien como ella, que fuera capaz de dar las gracias por cualquier gesto, dar las gracias por respirar, dar las gracias por poder ser capaz de ponerse un vaso de agua por sí sola, dar las gracias por ver el sol.
Otra letra más. Otra A
Arancha es activa.
Aún postrada en una cama como estuvo más de una década. Aún en silla de ruedas. Arancha es una persona que no para. Lo demuestra su perfil en Facebook, su blog, sus libros…. Arancha no para de contestar, de ofrecerte sus pensamientos, de animarte, de ayudarte si la necesitas.
A R A Vamos a la N
Arancha es nerviosa.
Le encanta estar emocionada. Siente muy a menudo un cosquilleo en el estómago. Hoy está nerviosa. Ayer, en la presentación del libro en Icod de los Vinos, también lo estuvo. Quiere contentar a todos aquellos que le han ayudado. Miento: quiere contentar a todos. Quiere que todo el mundo sea feliz. Si por ella fuera, ¡ay si por ella fuera! No existiría maldad en el mundo. Eliminaría todo tipo de sufrimiento. A Arancha se le quiebra la voz cuando hablan bien de ella, cuando le dicen lo importante que es para la vida de una persona u otra. Arancha es nerviosa porque nos quiere contentar a todos, porque quiere poner su grano de arena para que todo salga bien en esta presentación, pero en la vida en general.
C. Letra C
Arancha es constante. Y sin esa constancia, poco o nada hubiera logrado en la vida. Cuando la conocí, postrada en aquella cama, con los ojos hundidos, la respiración jadeante. En ese momento un familiar suyo me dijo que estaban cansados de falsas promesas. Siempre venía alguien a salvarla de su situación, pero ese alguien pronto se olvidaba de ellos. Pero Arancha no ha dejado de luchar. Su constancia la mantiene viva, fuerte, optimista. Arancha es constancia y ejemplo.
Me faltan dos letras. La más difícil. La H: H de orgullo.
Vale. Lo sé. Orgullo no va con H. Pero es que no encontraba otra palabra mejor para sentir lo que siento en estos momentos. Es un gran orgullo para mí estar aquí. Por varias razones: porque cuando conocí a Arancha temí que su historia nunca tuviese un final feliz. Porque cuando conocí a Arancha escribía sin demasiado orden: le costaba mucho entender eso de una idea, un párrafo. Y al final, cada vez que leo sus textos, sus libros, sus entradas en el blog, siento orgullo: Arancha ahora escribe más ordenada. Espero que aquellas fotocopias que te pasé aquel día te hayan valido. Y orgullo porque me ha elegido a mí para decirles a todos ustedes quién es.
La última letra. Otra A. Arancha es aprendiz. Una persona que sabe tanto de la vida, que la vida le ha obligado a enfrentarse a tantas circunstancias tan dolorosas… Sin embargo, Arancha sigue siendo alumna, alumna de la vida y de todo aquel que quiera explicarle algo. Por eso, mi siguiente reto, te prometo Arancha, es intentar que obtengas más formación en eso de la comunicación escrita o en cualquier otro ámbito que desde esta institución, Radio ECCA, que hoy te recibe, te podamos aportar. Lucharé para que así sea. Porque te lo mereces.
Arancha es todo eso. Y mucho más. Pero quiero ahora que lo cuente ella.
Gracias.
· Texto de: Miguel Ángel Reyes Lemus.
No puedo pecar de falsa modestia si no digo que cada vez que leo estas palabras, y tal como dice Miguel Ángel, se me quiebra la voz, y del mismo modo se me tambalea el corazón de los hermosos sentimientos con los que mi amigo me define y también me ve como persona. Aunque a decir la verdad, soy mucho más imperfecta de como él me muestra. Sin embargo, intento aprender y corregir a cada mal paso que puedo dar en la vida.
Gracias amigo.
Ahora que lo publicas también me vienen recuerdos de aquella tarde donde el Tenerife jugaba partido, y los alrededores estaba lleno de coches, Juan y yo, pasamos una aventura aquel día, y valió la pena, por escucharte por segunda vez después de icod, y por estar contigo en ese día tan especial. No solo para ti amiga, también para nosotros lo fue, y recordarlo ahora me chifa, rechiflaaaaaaaaa.
Besos de Juan.
Ains madre, Elvira. Ahora que me lo recuerdas, es cierto que cuando acabó la presentación, y nos vimos en la noche por mi casa me lo contaron. La casualidad que quiso que también el Tenerife jugara partido, pero, ustedes siempre dan con una solución, y aunque un poco apartado no fallaron por segundo día consecutivo a la presentación de «Sombras de luces».
Un fuerte abrazo para los dos.
Espero, mi querida Arancha, que «Sombras de luces» no sea el último de tus libros. ¡Ánimo bimba!
No sé para qué fecha, y tampoco qué año querido nonno Javier, sin embargo, sí es mi ilusión, también mi deseo que no sea en un tiempo más lejos de año y medio. Ya sabe que ando metida de lleno con los relatos, y una novela, je, je, je. Secret. Top secret 😉
Millón de besos. Le quiero.
Exactamente así eres arancha.
Gracias por todo tu cariño amigo Eros.