A pesar que haya quien diga que vivir de sueños es morir de sueño, yo siempre insisto en soñar, y en buscarle sentido a los sueños.
Las noches llegan inexcusables y se me ponen a tiro para darles vida, y que también ellos, por la parte que les toca también se dejan llevar por la ilusión de soñar, y sueñan conmigo, aunque no siempre quieran dejarse ver y remoloneen un poquillo, suelen terminar por dejarse ver, y eso es una satisfacción.
Soñar es signo de muchas circunstancias y situaciones y cada uno conoce las suyas. Y sino, que el primero tire la primera almohada; ja, ja, ja.
Lo sueños brillan por sí solos, y lo único que he de hacer es dejar que salgan a la luz de manera natural, sin permitirme cohibir a ninguno de ellos, por el mero hecho de creer que son sólo sueños… ¡Qué va!
¡Vivir de sueños y soñar, no es morir! ¡Es vivir soñando, y soñar viviendo!
No quiero despertar para seguir soñando, pero quiero despierta, no dejar de soñar.
Quiero seguir soñando siempre, al entrar a esta grandiosa buhardilla. Eres inmensa Aranchilla.
Y yo también quiero seguir soñando Yosef, créeme que necesito soñar, y soñar viviendo. Creo que son necesarias ambas.
Gente como tú sí son inmensos, y les agradezco vuestra compañía.
Un saludo.
¡¡Si no soñamos sí morimos!!
Así mismo lo creo yo Yosef. Lo contrario de creer que soñar no es vivir. gracias. 😉