Tú podrás querer olvidarme para siempre. Sin embargo, tu corazón me va a recordar hasta la eternidad. No seas tozudo, ni tampoco caigas en el error de olvidar las sonrisas, las miradas, los ratos compartidos a la orilla del mar, y también los momentos vividos los dos juntos, al pie del resplandor de la chimenea que tanta ilusión nos hizo construir, Instantes que fueron y serán parte de tu vida, y de nuestra propia historia personal. Olvídame si así lo deseas, entre tanto, recuerda: «Un corazón olvidado se traduce en un latido seducido por quien intenta ignorar su existencia». Permite a tu alma sentir cada segundo de tu vida en plena libertad. No arrincones aquello que vivimos. Sin duda también hemos aprendido y crecido como seres humanos y sentimentalmente. Recuerda: «Un corazón olvidado se traduce en un latido seducido por quien intenta ignorar su existencia». Ahora, puedes seguir con tu tarea en llevarme al olvido.
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