¿Quieres de verdad que me vaya? ¡No me lo creo! Tu mirada me habla diferente a tus ojos. Me dices con palabras lo que no quieres decirme con tus manos y tu mirada: «es tarde, significa quédate un ratito más», «has de marcharte, significa no te vayas nunca».
Te confieso que cuando me despido, sólo espero que me digas «quédate conmigo».
Sé que me equivoco mucho, sin embargo estoy convencida que acierto en lo que te digo. Cuando estoy a tu lado gano tiempo al tiempo, desaparece el miedo a tropezar, y no me importa si parezco torpe. Se desgarra mi alma por quedarme a tu lado sacando partido a nuestros sentimientos cómplices, jóvenes, y rebeldes, seguro de lo que deseamos, yo de ti, tú de mí.
Me voy sin querer marcharme.
Leave A Comment