Son innumerables las ocasiones en las que tengo el extraño sentimiento de que tú continúas alejado de mi vida. Sin embargo, a fecha de hoy he tenido la oportunidad de comprobar que mi ausencia no es en realidad la tuya, ya que, nunca te has ido de mi lado, aún sin estar cerca de mi.
En ocasiones tengo el misterioso sentimiento de que tú estás ausente, y para despertarme de este mal pensamiento, hago todo lo que está en mi mano para no entretener a mi razón; de ese modo, compruebo que mi corazón siempre ha sido el tuyo.
A mi ese mal pensamiento me bloquea y destruye, pero, al final la razón me ayuda, en mi caso misteriosamente también, a sentir la presencia.
Es humano que pensemos también así amigo, y no por ello debemos de sentirnos mal. Lo verdaderamente importante o según creo yo, es que cuando el amigo se nos pone en frente, y nos da un abrazo, todo queda reducido a amor, y ahí, la ausencia se hace pedazos.