En el mismo día, y a la misma hora… Deseo continuar con este sentimiento que me invade el alma y me desvela cada día de los días que vivo.
Me iré a descansar, o al menos iré a intentarlo, y digo intentarlo, porque si me quedo pensando en el cariño que me invade el corazón por tu amistad, ya me desvelo, y entonces el descanso se convierte en emoción, y la emoción tan intensa que recibo de este instante, no posibilita que el corazón goce del mínimo descanso. En este preciso momento me pongo a soñar. Sueño, y lo que realmente expreso desde mi subconsciente es exclusivamente poder continuar disfrutando de poseer el regalo de vivir en tu amistad, también de recibir tu cariño e intentar no desilusionarte nunca. Aunque tú no seas consciente amigo de la esencia que desprendes, así de la emoción a raudales en la que transformas cada instante de mi vida e igual a cuando sueñas, en realidad tú eres quien desvelas mis ganas de vivir.
Con lo desagradable que es desvelarse, pero lo agradable que tu haces que sea con estas palabras… … …
No hay nada más desagradable como perder el ritmo de las ocasiones.