Mientras espero, parada a parada. Sin un segundo de retraso desde que saltara la emisión a su salida del intercambiador de las ondas radiofónicas, y mientras se acerca a detenerse a los pies de la caseta de la parada, el pensamiento se queda distraído. Hasta que los segundos avanzan y de pronto, subo y cruzo el estrecho, pero singular ancho pasillo, que facilita llegar al asiento, al que nada más entrar conquistó a los ojos. Nada más subir, mientras espero el momento de que el chófer coja el ticket, busco el hueco el que me dará asiento y comodidad en el trayecto y tiempo que dure éste nuevo viaje, pues el anterior y primero por esta ruta, fue fantástico…
Subida ya a la guagua. Los pasajeros van sumergidos en las profundidades de sus mundos y enfrascados en pensamientos varios. Quién entre tanto, el pasajero, con su ropa de faena, sus utensilios y herramientas dispuestas, parece que está en su mundo entretenido, se dedica a hacer sus cosas, piensa en lo suyo, hace las tareas de casa, se afana en su escritorio escribiendo y redactando, repara coches, atiende a su clientela del restaurante, así también quién atiende su tienda de comestibles ó ropa, y así otras múltiples tareas… Presta de medio lado atención a lo que por el transistor están radiando.
¡¡Mami, mami, mami!!… ¡¡Bella y gran mujer!!
La emoción de poder hablar de las madres es literalmente emocionante. Hablar de mí propia madre, con la profunda modestia y libertad que me tomo para ello, es una de las cosas más bonitas y lujosas, que una hija puede jamás poder hacer y sentir. Ya que, de verdad, madre, no hay más que una -La realidad que sobrepasa cualquier posible frase hecha y conjugada, puesto la pérdida de su propio significado es causa del ‘mal uso’ que los hijos hemos hecho de las madres-…
El hecho de la existencia y la vivencia que se tiene de una madre, tiene muchos y profundos significados, lo que sin duda no tiene, es valor.
Valor, y gran regalo el que he sentido al tener el honor de poder expuesto de manera radiofónica, y por medio de ella, compartir con cuántos oyentes se hallaban subidos en esa ruta a la programación de la «GUAGUA DEL SUR», con el genial y fantástico chófer ‘José Manuel Pitti’…
Inmensa satisfacción de los hijos por nuestra madre, ‘la mami más bella y grande’, y que sin ser tan egoístas y con la sinceridad y cariño que mami, nos enseñó y ofreció siempre en su educación a nosotros debiéramos decirle y más aún, demostrarle diariamente.
Si hay un ejemplo de vida, fuerza, y rayo de luz, esa siempre viene de la mano y la educación de mami… ¡Bella y gran mujer!… ¡Mami!… ¡Siempre grande y bella!
Hermosa! Te lo digo en privado, hoy me importa poco te enfades, lo digo en público… Dedícate a escribir, a ser escritora, periodismo… Sensibilidad, pausas… muchacha!! no sé no te han fichado ya… eres dinamita! explota de una vez y saca todo eso que guardas, no dejas de sorprenderme y mira nos conocemos hace años estoy patidufusa 😉 😛 Se no te enfadaras dije para darle misterio… el resto todo es cierto, dónde miran los profesionales y editoriales… lo decimos los lectores, seguidores… ya basta!!
Bello, bello, Molto Bollo ragazza!
A mi mami que esta lejos, escuchar esta flamantes letras y palabras me has engallinado la piel. Qué sentimiento más hermoso. Mi mami tan bella la tuya también. Todas las mamis lo son ¿o no?