21 de Junio. Hoy ha sido una de esos días, y esas noches que siempre, durante estos años aislada del mundo exterior anhelaba que regresase, porque hoy, es uno de esos días del año que marcan y han marcado una nueva época. Entrada de verano.
Comienza el verano, y hoy es ése día en que el sol mágicamente se confabula con el tiempo. Siete horas de noche, como siete son los días que marca la semana de la vida, donde a su llegada en esta temporada veraniega, se pone en nuestras manos con el buen tiempo y más ganas gracias al buen tiempo el disfrutar y gozar; vivir, vivir cada momento
Hoy ha sido el día más largo, y así la noche no quiere quedarse detrás y será la más corta del año. No así será por corta en intensidad de emociones y ganas de pasar un tiempo de vacaciones, sol, buen ambiente y vida.
Inusualmente desde bien tempranito a lo que viene siendo pasando días atrás con su brillo más apagado, y a lo que le corresponde al sol estar activo, hoy despertó; se puso de gala y lo notaba más contento que otros días; sus rayos penetraban con timidez pero con ganas sobre la ventana y hasta la brisa se perdía cuando chocaba con la cara transformándose en buena temperatura.
Ventana sobre la que pude contemplar éste año ése solsticio que anuncia la entrada de éste verano que ya desde hoy, es una realidad.
Poder contemplar como el sol va cayendo, y poco a poco se va escondiendo tras ése hermoso mar de nubes que imaginan formas y se mueven; para así ir a reponer fuerzas para mañana. Mañana más…
Unas imágenes que bien valen para ser guardadas y compartidas con el paso del verano con amigos, primos, pareja, hermanos, nietos… Recuerdos de cuando comenzó. Porque siempre todo tiene un comienzo y una continuidad; la continuidad de la vida.
Imágenes éstas que hoy subo y comparto de éste solsticio que gracias a un amigo; Ricardo, puedo compartir con todos ustedes.
Las mismas que gracias a él mismo, un nuevo verano puedo contemplar éste solsticio que hace unas horas tuvo su protagonismo. la pena que dado las nubes tan bajas y nuboso de la tarde no se puede apreciar como si hubiera habido un poco más de luz, pero no quita la belleza del momento.
Imagino la cámara marcando al ritmo del sol el paso de una captura a otra… Siento como el fresquito se va confabulando con el calorcito y la noche se pone fresca, el repelús por el cuello invita a tapar el cuello, y así una sensación de afortunado por haber sabido estar en el sitio y el momento oportuno, y por la paciencia que se tiene que tener para estas instantáneas.
Dar paso así en definitiva a otro día y a la llegada de la noche de San Juan, donde las hogueras y los hachitos pondrán brillo por las laderas del municipio, así el Bucio se encargará el Lunes en poner el sonido y anunciar por dónde va la gente entre otras tantas cosas de las que hablaré y de las que el Bucio en épocas de aborígenes era más que un Bucio (Caracola)…
Noche de verano que no ha hecho más que empezar, y que espero sea el igual inicio de muchas historias por las que podamos compartir.
Os dejo las diferentes imágenes mientras el solsticio de verano se produce.
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