Trueque, cadena de favores, banco del tiempo… Son sólo algunas de las maneras en las que poder identificar al trueque. Esto viene a permitir, el que a través de un contacto directo con otra persona donde con un precio simbólico, las dos intercambian lo que desean llegando antes a un acuerdo.
Principalmente objetos; discos, libros, juguetes, cómics, películas, figuras, aparatos electrónicos, etcétera, etcétera.
Igual pasa para si queremos emplear nuestro tiempo, habilidades, posesiones, conocimientos con otra persona.
Lo que si es evidente que es con el trueque un sitio, donde se puede conseguir incluso objetos de coleccionista. Por lo que su fin es básicamente intercambiar, todo vale. Es sólo llegar a un acuerdo, ya que cada uno logrará intercambiar y ser beneficiado también.
La historia guardada, recuerda en ocasiones como esta, lo poco y mucho, según como cada uno lo mire, lo que nos separa de lo antiguo y moderno. Realmente mucho menos de lo que creído.
Son las pequeñas aldeas las principales conservadoras, de los símbolos, tradiciones populares culturales para estos intercambios.
Aunque cada vez más y con mayor frecuencia escucho cómo se dan trueques en grandes ciudades, plazas. Montando pequeños mercadillos, donde se puede encontrar propiedades de gran valor: Casas, joyas, etcétera.
Esto ya creo se trata de una fórmula para dar una solución rápida a ciertas dificultades económicas, más que de un trueque en su esencia.
Sin embargo sea como una actividad cultural, popular e incluso festiva, ponerla por unos días; como una actividad municipal/nacional, donde los más pequeños participen a la vez conocen el avance que la sociedad ha tenido tan rápido.
Ya nuestros abuelos, lo utilizaban para salir de apuros y subsistir.
Cuentan que lo más común era tener terreno para cultivarlo con todo tipo de frutas, hortalizas, criando animales, producción de leche, e incluso fabricando el propio pan. Usando un horno a leña. A diferencia de hoy, hecho en grandes porciones y congelado.
Las pescadoras, «vendían» el pescado capturado por sus familias, las cuales se dedicaban a la pesca y el trueque era una gran ventaja para subsistir. Negociación ha desaparecido.
Pienso y se me ocurre, parecería curioso y atractivo. ¿Porqué no “recuperar el trueque”? La construcción de una especie cadenas de favores… Pero una cadena de favores Digital, Trueque digital…
Comprobar hasta donde a través de la tecnología llegar y acordar.
La diferencia está en que no sería algo físico, como lo realmente tradicional, sino por fotos, vídeos… No sé, a mi me suena interesante, curioso.
Lo que queda reflejado es que las tradiciones y fórmulas de subsistir de antes, como el trueque son grandes ideas para compartir e intercambiar, tenidas por los abuel@s, entrañables y sabias personas.
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