En honor a la amistad; ¡existe!

¡Cómo olvidar lo importante que es la amistad…! ¡¿Existe?! ¡¿Y los amigos(as)?!
Cuando y haciendo valedero el dicho -«…Quién tiene un amigo tiene un tesoro»…- siento es algo tan verdaderamente cierto, como pocos los «privilegiados(as)» en sentirte.

De ahí vaya, éste pequeño homenaje a ti amigo(a) desde estas palabras las cuales valgan como vehículo comunicativo con las que agradecer tu siempre presencia, dedicación, y como no… –¡Tu Amistad!-.

Juntos, ante una amistad sin tapujos, a cara y corazón «descubiertos» donde la creación y aparición del vínculo de unión que hemos creado es tan sólido y extenso; consiguiendo sentir como tú, mi verdadera(o) amiga(o), formas una(o) más de la familia.

Principalmente al inicio en el trastoque de  salud, hasta la fecha, y con especial intensidad durante éste último periodo de año y medio (ha pasado rápido ¿verdad?)
La fortuna se alía para conocer y  descubrir «nuevas personas», «nuevos amigos(as)»… De sitios como personalidades tan dispares; de aquí, allí…

Aunque paralela y sentimentalmente también a encuentros menos agradables y sí «desilusionantes» al encontrar la realidad de desengaños, sorpresivas y repentinas desapariciones, escasez de tiempo, silencios.

Sin contradecirme. No siendo menos cierto he de confesar, y aún sin darle mayor importancia a la que puede tener dónde vives, eres; presiento «influye en tu comportamiento y entrega«.

Basta en ocasiones observar, comparar caracteres y actitudes personales tan sinceras y naturales, con independencia todo ello; dónde eres, tratas y valoras. No ya sólo desde instantes del gozo de la amistad; sino en el día a día, para percibir cómo haces  cual trato éste, tan particular, diferente; especialmente sincero.

Tú amigo, no abandonas a un amigo(a) si en su vida algo ha cambiado.

Continuamos queriendo y tratando. Nada ha logrado interponerse. Nos interesa el ahora. Mañana ya se verá.
Es emotivo, al contrario de lo esperado la relación se vuelve si cabe más extensa y consolidada, aún sabedores de buena tinta, en que algo más complejo de lo aparentemente superficial acontece, mientras proseguimos con nuestras aventuras e historias «locas».

La energía contagiosa sobre con la que contemplarte crear planes, la capacidad de escuchar y comprensión alcanzan mayor sentido, que el de la negación y el olvido de quien hasta entonces querías o apreciabas. Manteniendo la compostura al observar el ayer y el presente.

Sigo siendo tu amiga. Aquel(lla), que un día conociste en otras circunstancias. Quiero decir, la lista de contactos no has modificado. Conservas igual que a los que sí puedes llamar para quedar, charlar, ir al cine, de viajes, etcétera… No sé, lo normal donde debiera imperar ésta práctica de la amistad y sinceridad, amén de cualquier eventualidad. Al final todo podría cambiar a la inversa ¿crees marcharía?

Eres mi amigo(a), el de las charlas sin fin, y silencios inexistentes.
No importa tal agotado(a) te sientas para «sentados en cualquier rincón» y tomando cualquier excusa recuperar anécdotas, chistes, historias. Sin límites sobre y de qué hablar. No siempre necesarias las palabras para comunicarnos; las miradas son mucho más que palabras. ¡Cómo lo pasamos!

Remamos unidos, en una única dirección; hacia adelante. Tirando de lo que viene detrás…

Ayudas a continuar, dando vida con tu presencia.
Haces cosas que yo no puedo y llegas donde yo no llego.
Todo con una enorme dosis de positivismo y sonrisa permanente en tu cara. Como si nada realmente hubiera llegado a «alterar» y afectar a cada escena de nuestras vidas. Sin verte hacer acopio recurrentes excusas, apoyadas al tiempo, trabajo, familia, y a la que por dura haya sido la jornada buscas un mínimo hueco, para saber y comunicarnos, logrando de ése, un hermoso e imborrable momento.

En determinados momentos de la vida pienso me buscarías allí donde quisiera que estuviese. Inclusive hasta el sitio más recóndito y de laberinto a oscuras, del que sin saber cómo salir vas a buscar. Proyectando luces, donde antes sólo había oscuridad: Principio de hallar la salida.

Aceptas mis errores y equivocaciones, ayudándome, aconsejándome para afrontarlos sin imposiciones, ni recriminaciones, tipo:

– «…lo dije…«-
– «…advertí…«-
– «…no me equivocaba…«-
– «…no escuchas…«-

Es entonces, como juntos lo negativo toma un aspecto positivo, las angustias se transforman en alegrías, y las tristezas, se convierten en inmensa sensación de felicidad; cuando poder afirmar y sumarle a esos sentimientos, el enorme valor de la amistad.
Pues saber hay una persona, aún sólo una, a la que la vida pone frente a frente para los buenos y malos momentos, como destellos de un tesoro brillante…

Y de esto probablemente «no seas consciente» o des la «importancia real»; por el hecho que lo haces con corazón e ilusión y porque además me convenzo en que no existe el sentimiento de «compasión» o «compromiso» entre  nosotros. Cuando aun sabiendo las limitaciones y barreras delimitan el actuar, continúas en tu esfuerzo para con tu presencia y planes ser mi amigo(a).

Porque la intensidad de tus palabras y actos penetran en mi como cápsulas de aire, empujando a continuar por más complicados se tornen los acontecimientos…

Me importa todo lo que piensas, quieres, deseas, preocupa. Cada una de tus cosas y pensamientos son importantes.

Podría perderlo todo materialmente hablando, pero mientras te tenga amigo(a)…
No eres sólo un compañero(a) de diversión.

Haz buceado sin condiciones hasta encontrar por más profundo sea el lugar donde esté, sin distancias, fronteras que impidan alcanzarte.

Eres un tesoro preciado y único.
Único, ofreciendo todo sin esperar recibir nada a cambio.
¿¡No es eso amistad…!? Cariño sin condiciones…

En el fondo lo que copa nuestra amistad realmente somos nosotros: Tú y yo… El resto, son extras añadidos.

Por todo ello… ¡Gracias Amig@!

Realmente he comprobado por si alguna ocasión tuve dudas… Eres un tesoro, tú. Mi amig@, de aquí y allí…

Ya lo dice el tan emblemático y sabio por más muñeco de dibujos pueda parecer, no por ello menos inteligente… Buzz Lightyear, de Toy Story. Quedando patente la amistad. Y que define el poder de la amistad tan sencilla como claramente.

-¡Hasta el infinito y más allá!-…