El tiempo y no el meteorológico, tomado como aliado

¿Cuántas veces no decimos entre amigos y familia, aquello que -…la vida son dos días… –?

En realidad, y sin embargo, siendo aún todos consciente esto es así, ¿cuánto y qué ponemos en práctica? ¿Cuánto valoramos a quienes tenemos y lo que tenemos?.

Son muchas las ocasiones en que echamos la culpa a nuestro escaso tiempo.
Situación comprensible en parte debido al tiempo que requiere el trabajo y en caso de la familia, la misma.

Ahora, deberíamos reconocer que independientemente de esto, hay otras muchas cosas que no las hacemos por «pura comodidad».
Buscamos siempre una excusa que respalde nuestra dejadez, y el tiempo, dado que nos dará en gran parte la razón, se convierte en nuestro perfecto aliado.

También digo.
Que estamos metidos en un ritmo y vorágine de vida veloz, cierto. Pero y ¿dónde quedan nuestras prioridades, escalas de valores?.

Es decir, ¿no podremos alterar nuestros hábitos diarios, si antes no lo hemos preajustado anticipadamente porque «nuestro tiempo» no nos dejará? ¿Sólo posible en casos de urgencias?

Creo deberíamos actuar más a la práctica y no sólo hablando. Diciendo cómo sería desde ese nuestro ideal; pensando es el momento de la situación real.
Hoy puede resultaros fuerte lo que he brevemente he expuesto (he querido ser concisa). A mí también me lo resulta, no creeros que no.
Pero sin embargo, son situaciones reales y que se dan con más frecuencia a diario sobre la que imaginamos. Además, ¿quién en algún momento no ha dicho esa frase «existencial?».
Otra cuestión es lo que luego añado unos han hecho, otros sentido, vivido, entendido… cada uno somos seres únicos. Y eso no quita la existencia en sentimientos.
Dejemos la apariencia de fortachones con la que debemos que comportarnos, actuar.

¡Vivamos realmente!.

De entrada, por si alguien cree u piensa hablo desde una situación acaecida en el terreno personal u reciente, decir que no. No me encuentro resentida, ni molesta, ni nada por ese estilo. 😉
Nunca viene mal dejarlo claro ante mano.

Este breve pero intenso comentario no pretende ofender ni molestar a nadie.
Sí busco con él, en que aquellas personas no han parado a plantearse algo similar alguna vez lo hagan. Seguro descubrirá sensaciones nuevas.