El Stmo. Cristo de La Laguna, estuvo muy cerca la noche del sábado, presente no sólo en pensamiento sino en «presencia pura».
Un magestuoso regalo, que el amigo Santi, quiso tener conmigo, quiso sorprenderme y sin duda lo logró, no sólo eso sino que me emocionó muchísimo, muchísimo.
Gracias amigo por este inmenso gesto de cariño. Inmerecido.
Guardaré aquel momento en mi memoria; y que ya el Stmo. Ocupa un lugar preferente, muy cerca de mí, de mi familia… Siempre lo estará.
Un momento emotivo.