Es curioso como las noticias dejan de serlo a la misma vertiginosidad a cómo nacen.
A conciencia plena he dejado estos días transcurriesen silenciosa y paulatinamente; para comprobar y corroborar en una nueva ocasión como el efecto noticia cala en nuestras formas de comunicación, manifestación y atención; manteniéndose así unas perspectivas en tanto a su difusión por un espacio casi indeterminado del tiempo.
Determinando, como con el paso del mismo, éstas ocupan como cual lista de éxitos, otro grado de atención… Nulo.
Reseñando ciertamente, en que si no hubiese ocupado minutos y espacios. Junto a las causas y motivos, por lo que fueron relevantes a su publicación, estas hubiesen desaparecido. Tan repentinamente como el instante de su aparición a los medios. Prensa escrita, radio y televisión.
Igual término para tantas otras; y, sobre a las que durante días somos en ocasiones “sometidos y bombardeados” en cuanto a datos, comentarios, puntos de vistas, etcétera.
Cansinas finalmente; causa de su repetitividad en los medios.
Tanto es así, que personalmente “la noticia” que en principio podía inclusive ser considerada como tal, termina encontrando mi devaluación e «interés» hacia ella.
Digamos como que pierde su propio «valor»; aún lo conlleve en mayor o menor medida comunicativamente hablando y ante otras, en similares condiciones publicadas. A las que lógicamente deben hacérsele hueco, por su mayor interés público y a la que deben darle paso las productoras: No perder rumbo de actualidad informativa; unido ello, las -referencias- hacia los números de audiencias, conocedoras a la -post emisión…. Si no, ¿Por qué, las creaciones de programas, escaletas, contraprogramaciones…?
A veces, incluso rallando la vulgaridad e irritabilidad para quien la escucha u lee.
Y como ejemplo, entre, muchas a las que recurrir, tomo por consiguiente la siguiente acaecida días pasados:
Dificultad auditiva de D. Juan Carlos I (Rey de España).
Fue, durante varios días consecutivos, copo de titulares de telediarios, portadas de periódicos, crónicas, e infinitas concentraciones tertulianas: políticas, prensa rosa, etc…
Y en cuanto a la vorágine de tantos aconteceres de opiniones mediáticas se producían; miles de personas, en iguales condiciones auditivas a las del Monarca se hallaban realizando sus labores diarias, con total normalidad.
Unos, en cargos obviamente de no tanta relevancia como la suya (la del Monarca) pero con igual e inclusive más complejas tomas de decisiones en despachos, y otras, a pie de tajo.
A lo que no por ello, somos conocedores de tantos nombres propios…
Pues, si algo aún no termino por concluir… ¿Es de tanta importancia o en que tanto afecta al transcurso del país la dificultad auditiva del Rey? ¿Le impide ello desempeñar su labor? ¿Ha ocurrido algo a destacar como para sea apertura de informativos? ¿Porqué o a qué es debido éste escándalo periodístico? …
¿Quizás por ello, mandó callar a Hugo Chávez?… 😉
Probablemente, sea una apreciación mía poco acertada. Pero lo que antes entraba en ciertas secciones informativas creadas al efecto, se ha ido englobado paulatinamente, hacia el conjunto de la información-noticia; para ganarle minutos a la emisión.
Cierto no hay noticia intrascendente e irrelevante; pero, sí creo en un orden y prioridades… Y desde un tiempo a esta parte algo ocurre. ¿¡Falta de noticias!? No puede ser causa, de la realidad existente…
Cuidado; no malinterpretarme al manifestar esto último. Con ello únicamente pretendo decir; sin restar importancia o menospreciar su situación; que únicamente, no me parece una noticia como para que sea apertura informativa de un país.
Otra cosa es hacernos sabedores de su situación, por su «Posición y representación», pero con su toque discreto.
Sin con esto faltar al Rey y su familia. Mis respetos y admiración.
Alguna de las reseñas aparecidas.
Mientras tanto, y personalmente pienso todo ello lo humaniza.
El Rey… ¡es una persona!; tiene sentimientos, necesidades… Y su sangre, no es azul… ¡Es roja! como el resto de los Españolit@s. ¡Todo forma parte de la mitología e imaginación!.
Demostrando y evidenciando que a pesar de lo que pensamos, el dinero ni los títulos nobiliarios apean la aparición de necesidades y dependencias como así hubiera ocurrido a cualquiera de nosotros, si tal posibilidad de “posición social excepcional” existiese. Y verse como usuario de aparatos de audición. Como con este caso ocurre a D. Juan Carlos I.
“Dar la cara”, por millones de personas tampoco pienso debe ser tarea fácil (satisfacer y ser neutral con y ante tod@s).
Con independencia ello en que pensemos entre en su sueldo, beneficios, privilegios globales; y de los que todos el que más o menos en algún momento al verle tan erguido y bien planchado, hemos deseado estar en su puesto.
Sin que también olvidáramos agregar la parte negativa correspondiente le acompaña; como la pérdida de intimidad, privacidad personal y familiar.
No sé yo hasta que punto soportaríamos tales presiones. Aunque todo es adaptarse. 😉
Otro tema; es la calidad u facilidad para la adquisición de sus correspondientes prótesis auditivas. A los que sin duda, accederá rápida y fácilmente… Y es que aunque nos desagrade o no estemos de acuerdo sea así, y aún resulte contradictorio a lo dicho con anterieriodidad; ello entra, dentro de sus “privilegios contractuales”… Nos guste, o no.
¡Y a ver quién pone el cascabel al gato y cambia su sonido!
Ahora, y una vez confirmada la noticia e información por el Gabinete de Prensa de la Zarzuela, la circunstancia que atraviesa, creo ha sabido driblar el que no se notase; pues no ha manifestado síntomas “visibles” ante tal carencia auditiva.
Según indican desde la misma, se trata de presbiacusia también conocida como presbicia;
Extraigo parte del texto, que la define:
-…Es equivalente a una vista cansada, degenerativa por envejecimiento (vivencia, mejor) de la persona, generalmente comprendida entre 65 y 75 años. Afectando al oído interno y nervio auditivo…-
Aunque bien es cierto, si rebobino en mi memoria, recuerdo como en determinadas apariciones públicas, y desde hace un periodo de tiempo largo, en determinadas ocasiones ante preguntas de la prensa, éste requería nuevamente lo preguntado.
Por supuesto, nada así dejaba entrever la situación que hasta entonces sostenía discreta y silenciosamente.
Ahora que conocemos algo de su situación; mucho podemos deducir, concluir, etcétera… sin embargo, de no ser por el salto de la publicación; seguiríamos viéndole como hasta ahora.
Un Señor, admirado por unos y criticados por otros. Con independencia, en que se sea monárquico o Republicano.
Cada país tiene una representación de estado. Ya sea Reyes u Presidentes.
Con poderes, privilegios y una vida solvente. Incluso “envidiable” en muchos aspectos a los que su cargo les otorga y ofrece.
O por lo menos en estos días la óptica de mira hacia el monarca ha sido “distinta”.
El trato y miradas se han dirigido más que como a un Rey; a esa persona que antes referenciaba: una persona no Rey. Aún fuese inconscientemente y no solo desde los medios de comunicación, de los cuales “me sorprende” el “revuelo” organizado por tal situación no sólo durante días consecutivos sino en general.
Cuando la realidad viene dada en forma de noticia de la mano de un famoso parece se toma más consciencia o se enfoca la situación desde otras vistas y perspectivas… Generalmente son noticias que a nadie agradan: La salud.
Algo comprobable cuando salen a los medios. La multiplicación de casos y conocimiento de personas en igual o parecidas circunstancias crecen.
Sin embargo las de corazón, “intrascendentes y con poca relevancia”; para tanta notoriedad; también ocupan minutos siendo las que quizás no, sino son, las que más ocupan minutos de parrilla en televisión… No descubriré nada. Tampoco me parece hace mal, quien las ve… La demanda y oferta es algo que entra dentro de la libertad.
No me escondo en reconocer, que también ocasionalmente ojeo. Decir lo contrario, seria mentir; aunque tampoco quiere decir, no en momentos, preferiría estar a otras cosas. 😉
Pudiendo resultar contradictorio sobre lo escrito, lo hago a plena conciencia.
Ya que igualmente puede resultar esté utilizando la noticia. Y sí, en parte he elegido ella con el final positivo puede dar entre el resto, más banales.
Dado a si con esto se «ayuda» a comenzar un camino hacia la normalización, por pequeño que sea, para el apoyo de estos dispositivos. Que llueva, que llueva… 😉
Por lo que aprovechando y para ir concluyendo con un lado y vista positiva sobre éste respecto sirva su “poder y figura social” para que los miles de personas que viven igual situación y necesidad se les vea y trate sin complejos, pues es sólo una circunstancia que la vida y no un impedimento u tragedia.
Junto una llamada atención para los fabricantes, centros auditivos a los que tomen cartas en el asunto, concienciación y normalización. Alcanzando puntos en común para el abaratamiento de los costes en los dispositivos orto protésicos de audición.
Pues, he de dejar constancia hablando desde la cercanía que me da la realidad del tema en al ámbito familiar ante la complejidad que es acceder a ellos debido a su alto coste económico. Siendo nulas las ayudas desde la Sanidad Pública para todo tipo de prótesis, destinadas y relacionadas de de cabeza: Cuello, oídos, oculista, dentista, etcétera. (Afortunados, que el corazón no se encuentra ubicado en la cabeza…:)
Igualmente ocurre con las Entidades Estatales, municipales y autonómicas.
Ya que cada una se rige competencialmente propia e independiente al Estado; con la consiguiente libertad que les otorga la ley para el destino de las partidas presupuestarias para la concesión de subvenciones o ayudas a los ciudadanos…
Es increíble y para quedarse boquiabierto ante lo costoso ge resulta adquirir dichas prótesis de audición. (Sin mencionar el resto de prótesis y elementos. Entran en el lujo, más que necesidad.)
Puedo confirmar concretamente que pueden alcanzar fácilmente, un valor a la unidad por mínimo de 1.200 €.
Sin valorar, pues no lo tiene; lo que supone el aislamiento e impotencia, al que ya de por sí se ve sometido el sujeto dependiente, como para tener que lidiar con estas trabas. Estando frente sí; la calidad de vida que ganaría con ellos…
Un ejemplo y comparativo al no escuchar: Colocarse unos cascos, tapones. Aislaremos todo sonido el sentimiento es similar, a estar, en otra dimensión comunicativa.
Si la movilidad es importante e influyen en estilos de comunicación; no menos lo son los sentidos… Cada uno posee la suya.
Y algo así ocurre con el efecto noticia.
Todas son importantes e influyen, a la vez tienen cabida en nosotros; siempre no se tercifiquen o “frivolicen” con ellas…
Las noticias e informaciones deben existir.
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