Miles de personas, ciudades completas, en perfecta conjunción de tiempo e intención, celebran el día que conjuga y rememora igualmente al resto de los demás: Día Internacional del Libro.
Día precioso, mágico. Palabras y letras que a pesar del tiempo permanecen con fuerza, risueña e importante presencia. Brillantes y emocionantes aventuras que suturan cada instante, de vivencias y sueño.
Vida propia. Libros individuales y únicos, de igual modo a quienes los leemos. La que cada autor plasma desde su imaginación, trasvasada a la nuestra.
Celebración que no la hace más importante ó necesaria sean muchos cuantos lectores la celebren.
No es la cantidad lo que hace hermosa la lectura. Basta únicamente con ser ‘buenos lectores’ y tener siempre un libro a mano. –En la cabecera de la cama-.
Ya que, leer alivia muchos males y alegra la vida; así como enseña y nos hace aprender, comprender sobre las cosas buenas y malas, sobre lo bueno y malo. Lo deseado y lo indeseado. Ser más tolerantes y comprensivos. Valores fundamentales de la vida, que un libro es capaz de arrojar.
No hay mejor ni más grata y dulce medicina que la obtenida a través de un libro. Minutos de lectura. Por pocos que sean. Reconforta, hace que la imaginación, los sentimientos se disparaten, creando mundos y acontecimientos, personajes variopintos y curiosos; enamoradizo(a), guerrero(a), ancestral, heroico(a), templario, hadas, príncipes…
El misterio de la lectura. La magia de poder sentir un tiempo aventurero. Miles de emociones y sensaciones que transportan no sólo en el tiempo, sino en el alma. Desde la más pura imaginación, tal se hiciese de niños. Desde aquel cuento; cenicienta, los tres cerditos, blancanieves, cuando copaban minutos previos al descanso así a otros de diversión; cumpleaños, reuniones de amiguitos…
Libro. ‘Gran chistera mágica’. Miles de temáticas, formas y colores. Misterio, romántica, acción, histórica… Impactos que impregnan de interés y curiosidad a quien lo lee, ve, escucha…
Ciertamente para algunos puede ser un objeto sin más valor, sin ningún tipo de interés. Al convencimiento de que son menores el número, de que hacen de su existencia un uso banal; sujetapapeles, adorno, calzo de mesa… Es sin embargo, para quienes la búsqueda va más allá; de pasar sencillamente el tiempo, sin apenas poner sentido a lo que lee. Cuando éste, se transforma. Representando y sintiendo haber traspasado y colado, entre páginas e historia. Letra a letra, párrafo, a párrafo en casi cada uno de sus protagonistas, ambientando el sitio al suyo, al que ése momento capta la atención. Una vinculación personal que se vive y siente intensamente. Impregnando pensamientos y deseos en cada hoja, cada línea y argumentación; absorbidas con curiosidad.
Actualmente los libros creen y se desarrollan, sin perder nada de su misterio, intriga y mágica imaginación. Las nuevas tecnologías, se conjugan para facilitar e integrar a la lectura a cuantos es su deseo. Los e-books, ponen su parte electro-tecnológica presencia para así sea. Herramienta utilísima, que ayudan a navegar y adentrar en hechos y andanzas…
Arraigada tradición, que pasa hacer algo más que tradición cultural. Sin considerar Madrid, Barcelona, Canarias, Reino Unido, Irlanda, Colombia… Día internacional del Libro.
Llama poderosamente la atención Sant Jordi (Barcelona) ciudad adorada y atrayente, respeto y admiración al mimo dedicado a su cultura: Libro y rosa, que a ellos y ellas, pone de manifiesto el día del libro, aromática sensación de andanzas, y hechos, cada año más majestuosos.
Día Internacional del Libro. En el que no sobran las palabras y sí ganan los hechos. Dar y obsequiar un libro, es dar y obsequiar imaginación, creatividad, aventura. Implicarse en la felicidad y el alma de a quien se obsequia.
Día del libro. Internacional en cada uno. Sin dejar de considerarlo mañana, así como hoy, nuevo día para celebrar y compartir. Cada día de mágicas e irrepetibles hazañas. Almacenándolas en la memoria y reviviéndolas particularmente.
Cada día, una nueva andanza. Poniendo un libro de cualquier título, temática y autor en tus manos, en tu vida y la de los demás…
Palabra a palabra, letra a letra, historia a historia. A todos(as) feliz día del libro. San Jordi.
Comparte y sentirás la felicidad de un nuevo acontecimiento.
¡Hazlo!… ¡No lo pienses, sumérgete en la andanza! Comprobarás la magia de un libro, cerca de ti.
MUY BUENAS TARDES ,LA VERDAD KE TE HAS EXPRESADO MUY BIEN JAJAJAJA ASI LO PODEMOS ENTENDER TODOS ,IMAGINO KE SI SERA MARAVILLOSO LEER Y EMBARCARTE EN DIFERENTES AVENTURAS ,COMO BIEN HAS DICHO HAY KIEN LOS USA PAR ADECORAR O PARA LAS PATAS DE LAS MESAS JAJJAJJ,SINCERAMENTE YO LOS USO PARA DECORAR ….HE LEIDO PERO MUY POKITO,
Y BUENO TU TAREA PENDIENTE ESTA CUMPLIDA GRACIAS A LA TECNOLOGIA PUEDES COMPARTIR TUS PENSAMIENTOS,SENTIMIENTOS,VIVENCIAS ECT….PUEDES EXPRESAR LO KE SIENTES Y KE LAS PERSONAS LO SEPAN…ES PERFECTO A MI ME ENCANTA LEER O ESCUCHAR HISTORIAS DE LOS DEMAS ,POKE LAS MIAS YA ME LAS SE JIJIJI,BUENO MI NIÑA YA NO ME ENROLLO MAS KE A MI TAMBIEN ME GUSTA ESCRIBIR Y COMO ME ENCANE ME FALTA PAGINA JEJEJEJE….BESOTESSSSSSSSSSSS
Hola amiga, guapa!!! Gracias por tu piropo, je, je, je
Hay algo mejor que cuando lees poder imaginarte y ponerle las formas y maneras, colores e imágenes que uno quiere. ¿Cuántas veces no querríamos poder hacerlo en la realidad?… si los libros e historias lo permiten, ¿porqué desaprovecharlo?
Es una pena, esos libro-objetos… ¡¡Hay que leer!! ¡¡Te tiro de las orejas!!… Me quedo con ellas…
Sí, sí, se que te gusta como a mí, y eso ¡me encanta! Así que ánimo, cuando quieras volver venirte hasta aquí, y tomarnos un ‘cafelito virtual’ desde la Buhardilla, al mundo ¡¡juntas!!
¡¡Un abrazote!!
Más allá de los quehaceres diarios, la lectura permite evadirme del mundanal ruido exterior y la rutina – aunque sea por un momento – adentrándome en otro mundo; mi mundo. Porque cuando se lee, cada uno es transportado a otra dimensión: a la Roma Imperial, a la Edad Media, a la Ilustración, a la Revolución Industrial… ya sea en forma de ensayo o de novela; eso es lo de menos. Además, interpretando el mismo argumento según el lector, echando mano de la imaginación de cada cual, siendo ésta una de las maravillas de la lectura.
Lo importante es leer. Y si puede ser todos los días, mejor.
Porque, por encima de otras consideraciones, con la lectura SE APRENDE.
Un abrazo, Arancha 🙂
Completamente de acuerdo amigo. La lectura no sólo evade, sino hace que la imaginación, pensamientos y sueños que podemos llegar a pensar, reluzcan en versiones y modos diferentes, nos hagan ver la realidad de mil maneras y modos. Como la propia vida. Incluso, nos enseña, nuevos sitios y formas de afrontar.
Tener siempre, un libro cerca es una de las mejores compañías y alimentos. Pues aunque parezca recurrente, lo es, o eso creo y siento.
Por supuesto. Lectura es todo. Así, al menos entiendo, y me gusta leer. Descubrir úevostemas e historias. Desde un cómics, que me encantan hasta una temática de historia, aventura, ficción… Todos y cada uno de ellos, esconden magia.
Por poco tiempo, al menos quince minutos al día es ideal. Y cuando una historia atrapa, ya es fantástico, porque de quince minutos, pueden pasar horas. A mí, me ha ocurrido muchas veces. Eso de meterse en la historia y de que pasa el tiempo y no querer salir… ¡Uf! Disfruto mucho leyendo, y eso creo que ocurre a los que también les gusta… Un libro, cualquiera, es un buen libro…
No creo en que haya libro, bueno, o malo. Es gustos, como todo en la vida. Pues, cuando se hace, en este caso, se escribe con ganas y queriendo transmitir; no puede ser malo.
Y si hablamos de aprender… Recuerda el libro gordo de petate? Recuerdo vagamente mi hermano por casa con ejemplares, y ahora que lo digo, debe conservar alguno…
Así que… Un libro, siempre cerca: de bolsillo, grande, mediano… Las historias, son lo que cuenta…
Un abrazo Alberto.
Nada es más inmenso que un libro. Nada hay más enriquecedor perderse en un libro, su historio, las viviencias del escritor… En cada rincón guardo un libro. No termino uno para coger otro, estan a medio leer, así cojo uno, leo otro, quizás no es lo más adecuado si no han probado nunca, es gratificante, unicamente hace falta tener atención para no mezclar, de resto, es una aventura.
Josica, un placer conocerte.
Sin duda Yosef, un libro es un gran mundo, quien no sólo evade y distrae, sino que da vida y experiencias, abre la mente y el alma…
Un abrazo.