Dicen por ahí que, uno es del lugar donde nació. Sin embargo, siempre he sentido que uno es del lugar en donde vive, del sitio donde resulta ser su casa, y de donde se siente feliz, además de estar en paz, y tranquilo. Estar ausente de casa y de todo el entorno familiar y social por motivos de ocio es fácil, además, apetece. Sin embargo, cuando la situación sucede por un motivo de fuerza mayor, el estado de ánimo se resiente, y parece que todo el nexo de unión con lo que hasta este momento vincula mi vida con el resto del mundo se desmorona como un castillo de naipes.
Confieso que no me resulta fácil asumir un cambio tan radical para mi vida como el que voy a compartir, y mucho menos, soy capaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar todo cuanto ello conlleva. Asimilar un cambio tan fuerte, hace que me sienta vacía, más cuando tengo la sensación que ahora mismo esta situación no me viene nada bien por las numerosas actividades que estaba desarrollando. No obstante, a diferencia de todos estos meses que han pasado, ahora tendré una calidad de vida mucho mayor.
Después de un año, se abre la puerta del ascensor, entro acompañada del celador con un carrito donde empuja el cargador de mi silla de ruedas eléctrica, un par de bolsas más, y una mochila violeta en donde van mis pertenencias personales. Pulsa el uno en el panel, y cinco segundos después se cierra la puerta para llevarme a la puerta de entrada hacia la planta donde a partir de ahora, y sin fecha, será mi hogar: El Hospital de la Santísima Trinidad.
Cuando pienso en mi casa, son innumerables las sensaciones afectivas, los olores, y también los recuerdos, los cuales se agolpan en mi cabeza. Mi corazón se agita, late lleno de miedos, y de la inseguridad que me produce este instante que vivo.
Leer más: Desde el lugar donde vivoSe abre la puerta del ascensor, a medida que avanzo por los pasillos del hospital, pienso en lo grande que es, me parece que no se acaba nunca. Un control, un módulo, una puerta, otro control, otro módulo, y así sucesivamente, hasta llegar al control que corresponde al módulo en donde tengo mi plaza. Mientras avanzo no me da tiempo a recoger ningún tipo de información que me ayude a descifrar algunos datos importantes sobre el lugar. Solo tengo miedo en cómo me va a recibir el personal sanitario, y en qué manera voy a desarrollar mi vida aquí a partir de este momento.
En realidad, me siento como un regalo envenenado. Lo que se suele definir un cancamito. Por otro lado, tengo muchas ganas, ya que, regreso a la nueva normalidad de la mano de una experiencia vital que marcará para siempre mi recuperación, y por tanto a mi vida. Desde entonces construyo un nuevo punto y seguido en mi existencia. Puedo asegurar que no es fácil, pero, sí puedo decir también con total tranquilidad que sin lugar a dudas, con el poco tiempo que ha pasado durante estas semanas en el hospital, puedo decir que el hecho de aceptar la realidad que me ha sobrevenido para recibir los cuidados que necesito dada mi situación personal de salud, es la mejor decisión que he podido tomar.
Puede ser que me haya equivocado una y otra vez, pero, todo lo veo más claro, y más fácil que ayer. Es posible que vuelva a perder, pero, hoy el personal sanitario del Hospital de la Santísima Trinidad, en conjunto con los permisos médicos me están ayudando a volver a sentirme bien, a verme muy cuidada. Siento el cariño con el que me atienden, y también su sensibilidad. De la misma manera, estoy segura que pase lo que pase me van a brindar siempre sus cuidados, unido a una conversación que me lleve a la calma, e incluso a verlo todo con mayor claridad.
Un equipo humano el del Hospital de la Santísima Trinidad, el cual me está ayudando a abrir una puerta más bonita y más grande que las que pude abrir en un tiempo pasado en la habitación 296.
Despacio, vuelvo a gozar del sol, del aire con olor a mar que dejé de respirar, de la compañía de mi familia, y también la complicidad de mis amigos. Empiezo a retomar mi actividad con la escritura, y al mismo tiempo con @alternativaicodense.
Igualmente tengo el deseo para después de verano de seguir con mi voluntariado en @asociacionapreme en lo referente a las conferencias de sensibilización y experiencia personal en colegios e institutos, entre otra cantidad de actividades que quiero recuperar con la familia de @atletassinfronteras.
Mi agradecimiento profundo a la cantidad de personas que durante todos estos meses me han escrito interesándose por mi estado de salud. Muchas, muchas gracias.
Estoy bien, pero tampoco quiero engañarles y no puedo decir que vaya a ser fácil durante todo este tipo que me toca para sobrellevar está situación, ya que, así como habrá días muy buenos, otros simplemente serán buenos, y algunos que otros vendrán regulares. También soy consciente que pasaré por días malos, e inclusive algunas jornadas muy malas, pero, hasta en este abismo me mantendré con las ganas y con el compromiso con mi propia vida de seguir #TumbandoBarreras
A partir de ahora, me toca dosificar, y pensar en mi recuperación: pensar solo en mí, pero, aquí voy a seguir, viviendo en este mundo de locos, y no obstante, el mundo que me gusta vivir.
Con personas como el personal sanitario del Hospital de la Santísima Trinidad me hacen confiar que en medio de todo este caos en el que se suma mi vida actual, sé que de manera incondicional en cualquier instante hay alguién que me va a cuidar.
No encuentro las palabras adecuadas para expresar todo cuanto necesito agradecer, así lo que supone mi estancia en este complejo sanitario, unido a lo cuidada que me siento.
Gracias de corazón a todos por hacerme volar sin mirar para atrás, y sentir que no me falla la voz cuando a mí cuerpo averiado le azota el dolor.
Gracias a todos por cada día, y cada hora de preocupación por mi bienestar.
Gracias a mi bro, a mis alternativers, y amigos. ¡Son los mejores! ¡Les quiero! Tener la ducha de disfrutar de ustedes es un auténtico regalo que no me merezco, pero que lo disfruto como una enana. ¡Gracias familia!
Poco a poco. Sin prisas, pero sin pausas. ¡Ya estoy en mi nueva normalidad!
Un abrazo fuerte para todos. GRACIAS.
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