Creer o no creer

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Creer o no creer

Desde cualquier lugar vivos y fallecidos, y viceversa, nos unimos y venimos para darle la luz y la presencia más importante al día, el cual que no proviene de otra parte más que de la voz del corazón. Palabras, sentimientos y hechos que tal día como hoy por dispar que sea el motivo de cada cual le pone mayor énfasis afectivo al recuerdo de quienes ya no están físicamente con nosotros. Sin embargo, por esa misma razón aún presentimos su presencia, y los buscamos por cualquier rincón de nuestra memoria: En una foto, en el recuerdo de una guitarra, en aquel libro que siempre releía que tú no entendías el porqué lo repetía tantas veces. También cuando evocas al reloj preferido que por cierto aun conservas como un verdadero tesoro, la camisa azul del bolsillo de cremallera que siempre se ponía en las ocasiones especiales, el perfume que tanto te gustaba oler y que aún continuas comprándolo para que ese aroma no se evapore en tu hogar, o incluso hoy evocas el lugar donde acostumbraba a sentarse cuando pretendía relajarse y evadirse del mundanal ruido. Tantas y tantas cosas que rememoras en un día como hoy, que ahora ya vuelves a percibirlos muy cercas, abrazándote el alma con su afecto.

Puedes creer o no creer en lo que habita más allá de este mundo. La libertad de esa creencia te pertenece solo a ti. Por el contrario, hoy, es una ocasión extraordinaria mientras confabulas en la señal que deseas encontrar, para unirnos y hacer más grande el mundo con la energía positiva que entre tú y yo canalizamos mientras efectuamos la búsqueda del ser ausente.

Anoche, Hallowen. Noche de los difuntos. Si ponemos en practica el acto más sencillo y potente que posee el ser humano con el corazón y los pensamientos sin considerar de dónde somos o del mismo modo de dónde venimos, sin mensajes ni indirectas sabríamos compartir con total sencillez y sensibilidad lo que supone estar vivos. Mantenemos la certeza que vivir desde cualquier espacio es posible y que cualquier detalle, una sorpresa, una sonrisa puede alegrar todo los momentos que vivimos. Este hecho hace grande a la vida y al mundo porque sólo depende de ti. Es pues, uno de noviembre, día de los difuntos en el que podemos comenzar hacer parte del camino compartido y canalizar la positividad para nuestras vidas recordando que la voz y la presencia más importante no es aquella que se ve, sino la que emana desde el alma.

By | 2017-09-09T18:49:16+01:00 noviembre 1st, 2016|Personal|0 Comments

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