—Buenos días caballero, por favor, déjeme su carnet de conducir—.
El señor con el polo azul marino claro por fuera del pantalón vaquero y zapatos negros se aproxima a la guantera de su vehículo SEAT, y saca el documento acreditativo. Se lo entrega en la mano del agente de la policía local, cuando además le pregunta: —¿Qué he hecho señor agente para que me sancione?—
El agente mira al transeúnte que está a su izquierda, quien con un 69 % de humedad y 19 grados a la sombra espera en la acera con mucho frío en el cuerpo y repleta de paciencia a que se retire el vehículo del lugar, al mismo tiempo que le reprende: —La señora, que además se desplaza en silla de ruedas, lleva aproximadamente media hora esperando por usted para circular por el paso de peatones—.
—¡¡Mecachis, cuánta suerte que tengo; cada vez que me estaciono aquí, viene la policía!!
¿Y aún pregunta porqué le sanciona? ¡¡Señor, usted está en un PASO DE PEATONES!!
Muy bueno querida Arancha. Eres una fenómena.
Mmmmm….me dá que debes entender muy bien a la señora, Arancha
Pues si, además tendrían que multarlo por ignorante y con el agravante de reincidencia!!! Muy bueno Arancha!!
Lo que faltaba .. algunos tienen una cara que se la pisan .
Muy bien Arancha !!
Mi nivel de empatía con esa Señora es bastante alto amigo, Javi 😉
En esta ocasión si fue sancionado…
Lo peor de toda la situación es que reconoce su falta de civismo. :O
En este microrrelato muestras la más cruda realidad de la falta de civismo de nuestra sociedad querida Arancha. Yo lo multaba de modo doble por haber declarado que no era la primera vez que aparcaba en ese sitio.
La multa ya no le resulta suficiente. ¡Cómo puede decirle nada parecido al propio police! Me quedo muda.