Ciento cinco días H.S. Trinidad

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Ciento cinco días H.S. Trinidad

Y cuando parece que el tiempo no se mueve, el calendario que cuelga del globo terráqueo de mi mundo ya marca tres meses y medio.

Existen ocasiones e incluso gestos particulares que me invitan a vivir con intensidad cada experiencia de cada ocasión, pero lo que más me enamora de la vida son las personas especiales.

Personas que para mí hasta hace ciento cinco días eran por completo anónimas y ajenas a mi. Sin embargo, desde el tiempo cero que ingresé en el hospital de la Santísima Trinidad, he encontrado personas y profesionales del mundo sanitario maravillosos.
Personas a quienes no sé el modo de agradecerles su trabajo de cada minuto; y ya no sólo las horas laborables que realizan cada uno de ellos, sino la manera tan cariñosa e individual con la que nos dedican el tiempo a los pacientes.

Es muy difícil estar fuera de casa, alejada de innumerables momentos con mi familia, de mis cuatro patas, de mi ordenador, de mi cama, de mi rutina de actividades, y también hasta de mi desorden. Es duro, en definitiva, dejar detrás a todas las cosas tan pequeñas que hacían que mi mundo fuera grande y único, pero, gracias a todo el personal laboral del Hospital de la Santísima Trinidad, por demostrarme que aún cuando yo creía que iba a ser imposible que sucediera, con ustedes sucede: mi paz, mi orden y el hecho de sentirme como en casa, y sobre todo  el que logren que me sienta emocionalmente acompañada e incluso por permitirme ser partícipe y cómplice de múltiples momentos, los cuales solo les pertenecen a ustedes. Sin obviar lo cuidada que ustedes hacen que viva, y que mi cuerpo se sienta un poco menos averiado. Porque, a pesar de que parece que soy una heroína, sencillamente solo soy un ser humano. A pesar de ese montón de veces que parece que me caigo al pozo para no levantarme nunca más, ustedes me tienden la mano, y me sacan de ese vacío donde no hay nada para amortiguar la caída.

Hay momentos de la vida en los cuales las palabras no me ayudan a expresar aquello que quiero decir, y está es una de esas ocasiones. Pero, aunque sea con un montón de defectos y ausencias, quiero darles las gracias por ayudarme, por cuidarme, por hacerme sentir en casa, y por lograr que me sienta igual que una persona sin tanta complejidad de salud, a pesar de que, yo soy un regalito envenenado; ya saben, un cancamito, pero… un cancamito muy agradecida de cada uno de todos ustedes, los sanitarios y así mismo del personal del hospital de la Santísima Trinidad ❤️.

Gracias a todos, porque solo con vuestro apoyo personal, el cariño que recibo de vuestro trato cada día desde hace ciento cinco días, igual al que me regala mi círculo más próximo, y de vuestras atenciones sanitarias, continúo queriendo seguir construyendo el futuro, porque con ustedes, cuidándome como lo hacen, sin dejarme sola un instante, solo me importa el presente  #TumbandoBarreras

GRACIAS AL PERSONAL LABORAL Y SANITARIO DEL HOSPITAL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD. ❤️❤️❤️❤️ Pasa el tiempo entre estas cuatro paredes, y pasará el tiempo de nuestras vidas aquí juntos, pero, estoy convencida que nunca caducará vuestra calidad humana.

By | 2022-09-07T16:38:50+01:00 septiembre 7th, 2022|Mundo comunicación|0 Comments

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