Retorno al pensamiento original a partir de donde nació mi aspiración de autonomía vital, y retomo las decisiones que estimo necesarias para disponer de buena salud afectiva; aquellas que nunca debí de haber abandonado en las manos del destino. No lo puedo evitar, cuando mi corazón me envía señales de dejadez, yo me siento capaz de concederme nuevas oportunidades para vivir contenta, agradecida y con esperanza de lo que está por aparecer a mi vida. Aunque sea sola, yo sé que voy a subir todos los peldaños que me llevan a ese estado emocional de serenidad para obrar de una manera o de otra, y de no obrar. Soy responsable de los actos que me van a propiciar las fuerzas renovadas que hasta hace unas horas estaban al borde del agotamiento. El poder que tiene el tiempo que, además de un punto y seguido, igual que un punto y aparte, transforma el instante de sufrimiento físico o pesadumbre moral en un punto y final; y, a otra cosa mariposa. Por ello, cada rato vuelvo a buscar con ahínco mi sitio entre mis horas de existencia, además de mi estado de satisfacción espiritual y física. Comienzo con el reloj a cero.
El tiempo termina poniendo cada cosa en su sitio Aranchita.
Es el mejor juez que existe amiga. Que la vida nos de lo bueno que damos. Un fuerte abrazo.
No leo si no positividad en tus palabras, Arancha eres un ejemplo a seguir ..GRACIAS por existir y por darnos lecciones de moral a todos l@ demás…quizás sin que tú lo sepas pero a mí desde luego que me las das…
Hola Elisa. Muchas gracias por el tiempo de venir hasta aquí y compartir tus emociones, de verdad, muchas gracias. No sé si en realidad puedo considerarme un ejemplo a seguir, e incluso que sea el mejor ejemplo, je, je, sin embargo, sí te puedo decir que en mi modo de mirar a la vida es siempre de frente, y de bregar cada momento por más complicado que sea. Nuestra fuerza y las ganas por vivir debe de superar cualquier momento de desaliento. Después de un día malo, un buen día llegará, y si mantenemos viva esa esperanza, tendremos la respuesta siempre. Personalmente es como he aprendido a vivir cada día.
Uf, que bonito eso que me dices, aunque también es una responsabilidad, porque no siempre estoy fina a la hora de expresar mis propios estados de ánimos. ¿Sabes? Somos seres humanos y por esa razón, sentir alegría, pena, e incluso euforia forma parte de nuestra condición humana, y no tenemos porqué reprimirla. A mí tú, con tus palabras quiero que sepas que me das ánimo para seguir también escribiendo, pues, aunque a veces pienso que a muy pocas personas le interesa lo que escribo, sé que muchas de esas personas lo leen, y no escriben por pudor, o por inseguridades, y el que hoy tú también te hayas decidido no sólo a entrar sino a participar en este espacio entre amigos, para mí es una subida de moral.
Gracias de corazón una vez más, y no olvides que siempre que lo desees, este rincón de la Buhardilla también es tuyo, y yo tu amiga.
Un fuerte abrazo.
A MI ME INTERESA MUCHO LO QUE ESCRIBES… NI LO DUDES!!!!!!!!!!!!!!
Nunca lo he dudado David 😉