Bajo el mismo cielo

Infundes tanta fuerza a aquello que experimentamos bajo el mismo cielo, que tenemos la sensación de estar surcando juntos los dos el universo en un mismo sueño en la mansión eterna de los bienaventurados. Me atrae con fuerza la vista curiosa hacia ti donde contemplo tu pelo largo y moreno, tus manos tersas, a la vez que me embeleso de nuevo de tu mirada inocente, tierna y campechana con la que me aferro cada noche mientras guardo tus sueños, y por la que despierto cada mañana abrazada a ti. Moderamos cada una de las emociones que experimentamos cuando estamos juntos con la única necesidad de comprobar la intensidad con la que vibramos de deseo, tú de mí, y yo de ti. Ojalá que continuemos para el resto de nuestros días llenando el cielo del brillo que emanan nuestras experiencias vitales. Si estoy a tu lado no hay un solo hecho que perturbe mi estado de ánimo, la desazón desaparece de golpe y porrazo, y los suspiros de desalientos se transforman en aspiraciones de amor. Cada vez que permanezco muy cerca de ti, me colmas de seguridad y de paz a la vez que el corazón vibra con esperanza y se regocija feliz en mi interior.

Ahora que aun permanecemos los dos bajo el mismo cielo, retomo el deseo de volver a infundirme de todo tu cuerpo, y también de hallarte para siempre a mi lado, yo aferrada a ti con el corazón vibrando de esperanza, y feliz en mi interior.